lunes, septiembre 05, 2005

soremúN


Aquí va mi primer cuestionamiento. Primero que todo, ¿Qué es una persona? Yo definiría a una persona como un organismo viviente que está encapsulado en un conjunto de huesos y células que componen la piel, las fibras y las diferentes estructuras que este cuerpo pueda tener. Pero no es algo físico solamente, una persona es mucho más que eso. Las personas tienen características propias, lo que nos diferencia a unos de los otros. Una persona tiene un cerebro que le permite pensar, conciencia que permite racionar, reflejos que permiten reaccionar, emociones que permiten el desarrollo interno y el pulimiento de esta misma, además, se tienen sentimientos. Todos estos factores son los que permiten al individuo relacionarse con su entorno. Las relaciones inter personales dependen de la armonía que exista entre lo anteriormente nombrado. Una persona sin sentimientos no podría relacionarse de buena forma...no se podría dirigir a un similar, o simplemente, no podría recibir a uno de la manera adecuada. Pienso que las sensaciones son unas de las cosas más importantes en el ser humano. Ya que con ellas uno puede percibir un abrazo, procesar una mirada, una palabra. Con sensaciones puedo relacionar los diferentes elementos de la vida, poder pensar en algo satisfactorio, sentir la pena de una derrota, la alegría de una victoria, poder apreciar una palabra que sale de la boca de la persona que me habla.
Bueno, este pequeño testamento (a ia) le puse "soremúN", que es "Números", pero al revés. Y esto es porque algo me ha llamado la atención últimamente, y es el uso de los números. Los números....0-1-2-3-4-5-6-7-8-9......son solo íconos. Íconos que nos facilitan los cálculos y un órden general. Con ellos podemos calcular distancias, precios, discar un teléfono, anotar la clave para una tarjeta, e incluso nominar a una persona con un sencillo número. ¿Se han dado cuenta a lo que se puede resumir una persona?. Cuando voy al colegio, soy el número 28. Cuando voy al hospital, en la consulta, soy el número 74. Cuando juego fútbol, soy el número 45 y juego en la posición de un 10. Pienso que esto no debería ser así. A un objeto sencillo se le puede resumir su estructura a un número codificado en un código de barras en el supermercado. Por ejemplo, voy a comprar una cartulina. Una cartulina que es solo papel procesado con algun tipo de pigmentación y se reconoce en las cajas de pago como: 0-9356-7873-5402-6389. Eso lo entiendo perfectamente porque la cartulina que acabo de comprar es un objeto...no siente, no piensa, es un producto inanimado. Pero que a una persona se le resuma como un número...mmm...no me gusta la idea. La persona es una cosa compleja, está tan llena de especialidades. Tiene amor, sentimientos, alegría, tristeza, imaginación, habilidades, gustos, personalidad, temperamento, pasión. ¿Cómo todo eso puede reducirse a un número? Cuando pienso que en algunas partes soy un número, me siento insignificante...un producto más. ¿Acaso lo soy? Lo dudo.
Para terminar, si los números asignados a las personas son una forma fácil de organización, pienso que es demasiado fácil. Pienso que se podría inventar una forma de organización, quizás no tan simple, pero igual de eficaz. Yo lo pensaré, si encuentro alguna forma se las haré saber. Y si a alguien se le ocurre, bienvenida sea.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

9/05/2005  
Anonymous Anónimo said...

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9/05/2005  
Anonymous Anónimo said...

uff cristian, si sólo para eso usaramos los numeros y no hubieramos descubierto otras salidas, estaría sumido en la depesion de ignorancia humanista


lefo

10/22/2007  

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