Astronauta

Recibí el mejor llamado de mi vida. Me llamaron del trabajo y me dijeron que me alistara, que Matt había sufrido un accidente que lo invalidaba para ir esta vez. Por lo tanto, la vacante era para mí.
Feliz me vestí, tomé mi bolso y me fui a la estación, al hangar 28, específicamente. Me encontré con mi jefe y me dijo que después de almuerzo me explicaría con la junta sobre qué se trataba la misión, que por el momento, fuera a evaluarme y luego ejercitar.
Después de almuerzo fui a la sala de reuniones, donde me explicaron la misión con todos los detalles y con el papel que yo cumpliría en ella.
Durante los 3 meses que duró mi preparación no hubo día en que pudiera cerrar un ojo para dormir. Estaba excitadísimo, este sería mi primer viaje al espacio. Era lo que estuve esperando hace 5 años, ser yo el hombre que se sentara en el transbordador y flotara con las estrellas.
Faltaban 2 días para el gran día, y fue ahí cuando recibí una extraña llamada del trabajo. No me dijeron de qué se trataba esta vez, solo dijeron que me querían ver esa tarde para conversar algo importante. Me extrañó, porque tengo un historial impecable... lo único que tomo es leche de cabra, el azúcar lo obtengo de las frutas y como pan integral; ejercito todos los días, tengo perfecta visión, y todos mis sentidos están perfectamente afinados, y cumplo con todos los requisitos para irme de la Tierra por un rato. ¿Habré pasado por alto algo?... No lo creo...
Me aparecí en la sala de reuniones y estaba el jefe solamente, mierda.
-Que bueno que viniste.
-¿Qué pasa señor?
-No necesitaremos tus servicios esta vez, Matt se recuperó y reasumirá su puesto para la misión.
Me cagaron...
No pude responder, solo tomé mis cosas que estaban en el locker del hangar. Todos me miraban con cara de lástima, pero en el fondo sé que era eso lo que sentían de mí. Siempre les di lástima.
Sin mirar ni hablarle a nadie, me fui con mi morral camino a mi trailer.