sábado, julio 15, 2006

Astrofacturador

Cuando llegué a mi trailer estaba catatónico. Me senté en mi cama, y mirando la pared, me puse a pensar. Esto era pura mierda. El jefe siempre había preferido a ese Matt, que no lo puedo negar, es bueno, pero el jefe lo prefiere por su apariencia. Marica de mierda. Toda esa empresa es una mierda, roban al fisco para sus supuestos viajes espaciales en pos de la ciencia y nuevos descubrimientos para adjudicarlos a la patria. Basura. Estos tipos arman las naves con un tercio de lo que entrega el gobierno y el resto al bolsillo. Además no eligen a los mejores para maniobrar las naves ni los más duchos para tomar buenas muestras. Ellos no se complican, eligen a los que mejor se vean en las cámaras.
La madrugada antes de que se lanzara el transbordador, tomé el jabón que tenía en el trailer. Tomé la bolsa de bicarbonato, polvos de hornear y la botella de cerveza que había comprado la noche anterior. De hecho, estaba casi llena... le faltaba solo un sorbo, como en las películas, para pasar las penas se emborrachan, quise hacerlo, pero después del primer sorbo... vomité. La guardé para esta ocasión. Guardé todo esto en mi morral y fui a la estación.
En la preparación nos enseñaron de todo, física, química, cálculo... de todo. Y ahora van a darse cuenta que me enseñaron demasiado.
Tomé la botella, la abrí y le eché el bicarbonato al interior. Por fuera la bañe en jabón y sobre el jabón le puse los polvos de hornear. Yo conocía a la perfección la estación, así que sabía por donde entrar para que los de seguridad no me pillaran. Una vez que llegué donde estaban preparando el transbordador, me puse la ropa de técnico. Ya que a esa hora los técnicos estaban afinando los últimos detalles para que el despegue saliera bien. Entré en la nave, tuve que abrir más de 20 escotillas para llegar a la caldera. Y en el calentador secundario deposité mi botella sazonada.
Horas después, desde mi trailer, vi como despegaba el transbordador. Y segundos después, cuando ya estaba rozando la mesósfera, lo vi estallar. Cubriendo la mañana con un cielo infernal, como si fuera el nacimiento de miles de estrellas, que eran los restos que volaron hacia todas partes. Y yo, apoyado en mi trailer, sonreía.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

bueno..na q' comentar....bastante tragico..el final....quizas q' cosas pasaran por tu cabeza!
espero q' escuches mi solicitud de q' escribas algo de lo q' me gutsa a mi:P tu cachai!
ya cuidate mucho!
besos

7/17/2006  
Blogger Tululo said...

la historia wena...
las weas se te osurren cristian!! estay lo ko wn!!!jojojojoj
esta muy buena la historia.. sigue cn esa imaginacion... por ke eso me sirve pa leer algo interesante no como los libro de mierda del cole..
bueno chao

7/18/2006  

Publicar un comentario

<< Home

<>