La Luna y yo
Desde mi ventana vi elevarse a la causante de miles de promesas, magnífica entre las ramas. Brillante e imponente en todo momento. Hoy estaba brillando de un blanco enceguecedor, y cada pedazo de ella brillaba para nosotros. Pero se apoderó de mí la congoja. Me acordé de que es esa luna, no otra, la que deseo mirar sabiendo que ella la está mirando también. Y no pude evitar derramar algunas gotas de mar, tan hermosa y no podía regalarla por esta noche. Quizás no podía, quizás no me decidía, quizás no quería, la verdad no sé. Lo único que sé es que fue una noche más entre la luna y yo y nadie más.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home