Foo e Fugaz
Y él le dijo a la estrella que ella no estaba mirando:
- No vas a tener que seguir guardando nuestro secreto, porque éste nunca existió. Ahora hay menos carga sobre tí, promesas menos que cumplir. Olvídate de mis deseos, que estos ya son en vano. Por último te pido que la cuides, que ese sea mi último deseo.
La estrella titiló y él al suelo miró. Siguió caminando sin rumbo como un forastero. Cargando con las penas de las puertas y rincones de la ciudad. Las ramas de los árboles lo miraban silenciosas. Un chillido, un frenar, un calofrío, un gritar, el suspiro de la noche. Los colores se resumían al violeta y al negro, y polvos dorados en el techo del planeta. Al frío era inmune, a las sombras era ciego y a los murmullos era sordo, tan sólo paladeaba una amarga pérdida en el alma. Algo se le había escapado de las manos. Pensaba en que algo había perdido, pero la verdad es que nunca lo tuvo. Era sólamente la idea de aquello lo que había existido, como cualquier idea, ésta sucumbió prematuramente. Su razón le decía que debía odiar, más bien, castigar. Pero él nunca fue un hombre de razón, siempre fue un niño con pasión. Las calles vacías, faroles ténues y un suave rocío ornamentaban su andar. Los perros ladrando, el viento zumbando, una charola sonando a la lejanía, letanía, pensaba en Andalucía ¿Santa Lucía? Santa Lucía. La Luna se movió de lugar, cambiaron de lugar. El silencio ganó, el mundo dejó de rotar y el trató de suspirar. La Luna le contó que ya era tarde, Unamuno una vez lo contó, claro que la víctima fue un perro. Pero esta noche él había sido el afectado por esa cólera de la soledad. En un cráter ahora se encontraba, y todo lo que alguna vez se vio tan grande, ¿ahora tan pequeño? ahora estaba igual, claro que se veía de más lejos. Entonces la Luna lo disparó y él en el cielo se suspendió. una luz más entre miles y le llegó una carta:
"La luz que supiste irradiar, ahora por otros ojos tendrá que velar"
- No vas a tener que seguir guardando nuestro secreto, porque éste nunca existió. Ahora hay menos carga sobre tí, promesas menos que cumplir. Olvídate de mis deseos, que estos ya son en vano. Por último te pido que la cuides, que ese sea mi último deseo.
La estrella titiló y él al suelo miró. Siguió caminando sin rumbo como un forastero. Cargando con las penas de las puertas y rincones de la ciudad. Las ramas de los árboles lo miraban silenciosas. Un chillido, un frenar, un calofrío, un gritar, el suspiro de la noche. Los colores se resumían al violeta y al negro, y polvos dorados en el techo del planeta. Al frío era inmune, a las sombras era ciego y a los murmullos era sordo, tan sólo paladeaba una amarga pérdida en el alma. Algo se le había escapado de las manos. Pensaba en que algo había perdido, pero la verdad es que nunca lo tuvo. Era sólamente la idea de aquello lo que había existido, como cualquier idea, ésta sucumbió prematuramente. Su razón le decía que debía odiar, más bien, castigar. Pero él nunca fue un hombre de razón, siempre fue un niño con pasión. Las calles vacías, faroles ténues y un suave rocío ornamentaban su andar. Los perros ladrando, el viento zumbando, una charola sonando a la lejanía, letanía, pensaba en Andalucía ¿Santa Lucía? Santa Lucía. La Luna se movió de lugar, cambiaron de lugar. El silencio ganó, el mundo dejó de rotar y el trató de suspirar. La Luna le contó que ya era tarde, Unamuno una vez lo contó, claro que la víctima fue un perro. Pero esta noche él había sido el afectado por esa cólera de la soledad. En un cráter ahora se encontraba, y todo lo que alguna vez se vio tan grande, ¿ahora tan pequeño? ahora estaba igual, claro que se veía de más lejos. Entonces la Luna lo disparó y él en el cielo se suspendió. una luz más entre miles y le llegó una carta:
"La luz que supiste irradiar, ahora por otros ojos tendrá que velar"
3 Comments:
(h5)(h5)(h5)(h5)(h5)(h5)(h5)(h5)(h5)(h5)(h5)(h5)(h5)(h5)(h5)(h5)
Me encantaaan, me fascinaaan.
es dificil cuando el sentimiento te consume y no te deja escapar, no?.
Mira mas a ya de tus ojos y encontraras el remedio a este dolor.
Se que sufres por tus palabras, pero no hay mal que por bien no venga.
Solo mira hacia adelante, vendran buenas sorpresas para ti.
las estrellas quisas no siempre cumplen los deseos, pero siempre traen algo mejor.
se despide
La dama de las estrellas
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