Dulces Sueños

-Ando buscando ayuda.
-Déjalo como está... Toda la vida ha sido así.
-Es que yo ya no quiero más de esto.
-No sé... Pienso que te estarías privando de algo escencial.
-Claro que es escencial... pero para hacer mal.
-Cómo dices eso. ¿Cuál es tu problema?
-Que duermo para descansar y despierto perturbado.
-Mmm...
-Mira, la otra noche tuve un sueño que se me ha venido repitiendo todas las noches.
-¿De qué se trataba?
-Soñé con ella. Soñé que estaba con ella en una pieza blanca, estabamos los dos acostados en la misma cama. Cuando el sol empezó a crecer por nuestra ventana, yo abrí mis ojos al mismo tiempo que los de ella. Sus ojos y sus labios me sonrieron, yo le respondí con un "hola" tan tierno como su pelo a contraluz. Y mientras el blanco de las sábanas me hacían perder la mirada en sus pestañas, ella me susurró: "quiero despertar todas las mañanas a tu lado". Luego se acomodó en su almohada y volvió a dormir.
-Y después...
-Después me desperté sintiendo una felicidad impresionante, pero apenas abrí los ojos sentí la amargura de mis sábanas sucias.
-Ya, ¿y?
-Entonces la vi. Pero estaba compartiendo sus labios con otro. Y me di cuenta de que ya no quiero que mi subconsciente me juegue malas pasadas como las que he sufrido toda mi vida. Ya no quiero seguir soñando con ilusiones que jamás obtendré. Y no puedo soportar que ella en los sueños esté en mis brazos y en el día no tengamos ningún lazo.
-No puedes parar, es algo natural... además no hay métodos médicos que detengan la fabricación de sueños. Jo! La única solución vendría siendo que te pegues un tiro.
-Gracias.
(¡Bum!)