jueves, mayo 03, 2007

Mi perro conoció la Luna

En sus cuatro patas corrió por el cemento hasta que volvió a mí con su lengua afuera y jadeando. Saltó hacia mí y me miró con ganas de que lo siguiera, emprendió la carrera, frenó, me esperó y me puse a correr junto a él.

La noche era algo silenciosa y no habían más almas en la calle que la de mi canino y la mía. Sus patitas hacían un retumbar ahogado en el asfalto frío mientras mi nariz se empezaba a congelar. Encontramos unas cuantas hojas secas en el pasto y corrimos aplastando a cada una de ellas que se posase bajo nuestras patas. Seguimos corriendo como si no existiese el cansancio, corrimos y saltamos, hasta que llegamos a una calle desierta. Cemento abajo y estrellas en el cielo y una luna flotadora, redonda como una donut. Nos hipnotizó, sí, a los dos. Como estábamos conectados, mi perro y yo, nos miramos al mismo tiempo y corrimos hacia la colina que teníamos al frente. Dejamos atrás el pavimento y entramos en la tierra. No paramos de mover nuestras piernas con la mayor excitación que se puede sentir en la vida. Sin darnos cuenta habíamos llegado a la cima de la colina. Mi amigo felpudo corrió más rápido en ese momento y pegó un salto que lo hizo gravitar. Yo esperaba flotar igualmente, pero a mi mente se me vinieron todas las cosas que dejaría atrás y las personas que quedarían aquí. Entonces salté, con poca fé, y de cara en el suelo me encontré.

Quitándome la tierra de la boca, ví como mi cachorro nadaba en el firmamento hacia la gran bola redonda y blanca que nos había hipnotizado segundos atrás. Se perdió en la noche y yo derramé unas lágrimas por no haberme podido zafar de la humanidad. Y ahora, cada noche que la luna se logra llenar, desde la colina escucho su aullido con el que me intenta llamar.

2 Comments:

Blogger Kike said...

Me gustan los perros. Tengo dos san bernardos en villa alemana, son preciosas, y siempre me he preguntado q es lo q esconden tras esa mirada al parecer perdida. No lo c, solo c q su vida es muhco mas simple y que les seria mas facil el optar por dar el gran salto hacia lo desconocido... no como ami, jeje, me encanta la inocencia de los perros... bonita historia, man, lee las mias, nos vemos, shau...

5/03/2007  
Blogger dani said...

me dan ganas de ser como tu perro y olvidar la humanidad. sería increíble poder flotar en el firmamento, de un salto llegar en el camino de las estrellas y no caer de bruces al suelo..

5/04/2007  

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